María Santísima de la Amargura
Siguiendo la tradición de mi familia, soy de “Jesús”, como habitualmente decimos entre nosotros.
De “Jesús”, del “Nazareno”.
Mi nacimiento en el barrio de “La Albarizuela” y mi día a día en este entorno tan jerezano hace que sienta esta tierra dentro de mi y me marca aún más, si cabe, el seguir en “el barrio” a la hora de casarme e iniciar mi recorrido profesional en el mismo espacio.
Al igual que mi familia me cuenta de aquellos chascarrillo y de las formas de vida en la niñez de mi padre, en la que los niños jugaban al futbol en la plaza San Andrés, el convivir con los vecinos de calle Naranjas y las vivencias de mi mujer todas las tardes de Miércoles Santo me han acercado y me han hecho desarrollar un especial cariño hacia la advocación mariana de la Amargura.
Hace treinta y un años ya los que coincidí por prim
era vez con la imagen de Nuestra Madre en ese entorno mágico de Miércoles Santo como es la calle Naranjas.
Por todo esto, me hace especial ilusión el que el mismo grupo de hermanos que han hecho posible que María Santísima de la Amargura luzca un nuevo manto de camarín con el color “amargurista”, hayan querido contar con mi trabajo para las primeras fotografías
que se realizan con él y sirvan estas como recuerdo de la bendición del mismo.
Que la Virgen nos cuide para que sean muchos los años que disfrutemos de ella en ese rincón tan jerezano y cofrade de nuestra Ciudad.